Aunque yo me quede quietx, tenue, imperceptible el silencio no existe. Aunque todxs nos quedemos quietxs, el silencio no existe. Todo está en constante movimiento por lo que es inevitable que genere alguna manifestación de sonido o ruido. Tanto lo vivo como lo inerte no pueden mantenerse silenciosos. No sólo refiriéndome al sonido en sí, sino contemplando otros tipos de vibraciones que son imperceptibles para nosotrxs pero que aún así, existen. Romper con el concepto que sostiene la música tradicional de que podemos controlar el silencio, siendo éste completamente autónomo de nuestra existencia.
En 4’ 33’ los sonidos que realiza el público son considerados parte de la obra misma, es decir, quedan integrados a la pieza y pasan a tomar un rol fundamental. Durante toda la obra podemos escuchar ruidos que habitualmente consideraríamos por fuera de la escena musical y que mismo estarían afectándola de una manera negativa pero que ahora pasan a ser parte de la misma. Es necesario repensar y replantearse el concepto habitual que tenemos por música tradicional y por consecuente, sobre el silencio. “No hay silencios, hay sonidos accidentales.” La persona que se encuentra escuchando la obra deja de ser un espectador pasivo y se convierte en un hacedor. La obra es compuesta por todo lo que excede a ella misma.
“si una cosa os aburre durante dos minutos, intentadlo con cuatro. Si todavía os aburre,
intentadlo con ocho, dieciséis, treinta y dos, y así sucesivamente. Puede que no sea aburrido, sino
todo lo contrario”
La experiencia sonora la realicé con un bajo eléctrico y una loopera. Fui grabando distintos sonidos, algunos se mantienen bajo una repetición constante, mientras otros nuevos se van sumando progresivamente. Asimismo el entorno se encuentra muy presente, como el ruido de la lluvia, la alarma del auto o las bocinas que también forman parte de la sonoridad propuesta. La cadencia que mantiene es agradable y amena al oído, la poética excede lo musical, radica también en lo espontáneo e incontrolable del espacio ajeno al que está siendo creado por mi.
La repetición constante ante algo que nuestra atención rechaza vacía la acción del significante-significado que existía previamente. Símil a cuando repetimos muchas veces una misma palabra y de repente esta deja de tener sentido o comienza a relacionarse con otras cosas. Se trata de poder abrir canales nuevos y poder percibir sensaciones distintas que con el aburrimiento de por medio no le damos pie a que existan para nosotrxs porque las bloqueamos inconscientemente.
John Cage 4' 33' _ 3er movimiento
Partitura personal